Un perfil de Teresa de Ávila

Al igual que Catalina de Siena, la otra mujer llamada Doctora de la Iglesia con Teresa de Ávila en 1970, Teresa también vivió en tiempos turbulentos: el Nuevo Mundo se había abierto a la exploración justo antes de su nacimiento, la Inquisición había estado influenciando a la iglesia en España, y la Reforma comenzó dos años después de su nacimiento en 1515 en Ávila en lo que ahora se conoce como España.
Teresa nació en el seno de una familia acomodada, establecida desde hace mucho tiempo en España. Unos 20 años antes de que naciera, en 1485, bajo el mando de Fernando e Isabel, el Tribunal de la Inquisición en España ofreció indultar a los "conversos" -judíos que se habían convertido al cristianismo- si habían continuado en secreto las prácticas judías. El abuelo paterno de Teresa y el padre de Teresa estaban entre los que confesaron y desfilaron por las calles de Toledo como arrepentimiento.
Teresa era una de los diez hijos de su familia. De niña, Teresa era piadosa y extrovertida, a veces una mezcla que sus padres no podían manejar. Cuando tenía siete años, ella y su hermano salieron de casa planeando viajar a territorio musulmán para ser decapitados. Fueron detenidos por un tío.

Entrar en el convento

El padre de Teresa la envió a los 16 años al convento agustiniano de Sta. María de Gracia, cuando murió su madre. Regresó a casa cuando se enfermó y pasó tres años allí recuperándose. Cuando Teresa decidió entrar al convento como vocación, su padre al principio le negó el permiso.
En 1535, Teresa entró en el monasterio carmelita de Ávila, el Monasterio de la Encarnación. Hizo sus votos en 1537, tomando el nombre de Teresa de Jesús. La regla carmelita requería estar enclaustrada, pero muchos monasterios no la aplicaban estrictamente. Muchas de las monjas de la época de Teresa vivían lejos del convento, y cuando estaban en el convento, seguían las reglas de manera bastante laxa. Entre las veces que Teresa se fue estaba para cuidar a su padre moribundo.

Reforma de los monasterios

Teresa comenzó a experimentar visiones, en las que recibió revelaciones que le decían que reformara su orden religiosa. Cuando comenzó este trabajo, tenía más de 40 años.
En 1562 Teresa de Ávila fundó su propio convento. Ella volvió a enfatizar la oración y la pobreza, materiales toscos en lugar de finos para la ropa, y el uso de sandalias en lugar de zapatos. Teresa tenía el apoyo de su confesor y de otros, pero la ciudad se opuso, alegando que no podían permitirse el lujo de apoyar a un convento que aplicaba una regla de pobreza estricta.
Teresa tuvo la ayuda de su hermana y del esposo de su hermana para encontrar una casa para comenzar su nuevo convento. Pronto, trabajando con San Juan de la Cruz y otros, ella estaba trabajando para establecer la reforma a través de las Carmelitas.
Con el apoyo del jefe de su orden, comenzó a establecer otros conventos que mantenían estrictamente el gobierno de la orden. Pero también encontró oposición. En un momento dado, su oposición dentro de las Carmelitas trató de exiliarla al Nuevo Mundo. Eventualmente, los monasterios de Teresa se separaron como Carmelitas Descalzas ("calzas" refiriéndose al uso de calzado).

Escritos de Teresa de Ávila

Teresa completó su autobiografía en 1564, cubriendo su vida hasta 1562. La mayoría de sus obras, incluida su autobiografía, fueron escritas a petición de las autoridades de su orden, para demostrar que estaba haciendo su trabajo de reforma por razones sagradas. La Inquisición la investigaba regularmente, en parte porque su abuelo era judío. Se opuso a estas asignaciones, queriendo trabajar en la fundación y gestión práctica de los conventos y en el trabajo privado de oración. Pero es por esos escritos que la conocemos a ella y a sus ideas teológicas.
También escribió, a lo largo de cinco años, el Camino de la Perfección, quizás su escrito más conocido, completándolo en 1566. En ella, dio pautas para la reforma de los monasterios. Sus reglas básicas requerían el amor a Dios y a los demás cristianos, el desapego emocional de las relaciones humanas para enfocarse completamente en Dios, y la humildad cristiana.
En 1580, completó otro de sus principales escritos, Castle Interior. Esta fue una explicación del viaje espiritual de la vida religiosa, usando la metáfora de un castillo con muchas habitaciones. Una vez más, el libro fue ampliamente leído por inquisidores sospechosos, y esta amplia difusión puede haber ayudado a que sus escritos llegaran a un público más amplio.
En 1580, el Papa Gregorio XIII reconoció formalmente la orden de Reforma Descalza que Teresa había comenzado.
En 1582, completó otro libro de directrices para la vida religiosa dentro del nuevo orden, Fundaciones. Mientras que en sus escritos pretendía trazar y describir un camino de salvación, Teresa aceptó que los individuos encontraran sus propios caminos.

Muerte y legado

Teresa de Ávila, también conocida como Teresa de Jesús, murió en Alba en octubre de 1582 mientras asistía a un parto. La Inquisición aún no había terminado sus investigaciones sobre su pensamiento por posible herejía en el momento de su muerte.
Teresa de Ávila fue declarada "Patrona de España" en 1617 y canonizada en 1622, al mismo tiempo que Francisco Javier, Ignacio de Loyola y Felipe Neri. Fue nombrada Doctora de la Iglesia, cuya doctrina es recomendada como inspirada y de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia, en 1970.